‘La prima volta’, dicen los italianos, nunca se olvida; aunque esta primera vez se ha hecho esperar demasiado; pero, sin duda, va a levantar pasiones. Porque se ha anunciado un ilustre nacimiento, y le ha correspondido a toda una ministra, sacerdotisa del Amor, ser la encargada de dar la feliz nueva.  De tan venturosa suerte, está a punto de nacer un ‘grupo de trabajo’ que presuntamente va a unir al Ministerio de Ribera con la Región de Murcia, Castilla-La Mancha, Valencia y Andalucía para presuntamente también ponerse de acuerdo sobre el trasvase Tajo-Segura. Entre muchas y alargadas sombras, se intuye también la presunta y siniestra estampa de García-Paje.

Muchos presuntos o demasiados presumibles le crean abundantes dudas al más crédulo de los murcianos (y no lo duden, yo soy el más crédulo de este paraíso regional). Pese a que celebro la idea de la ministra Ribera, (ya iba siendo hora de que se intente poner al menos un punto de cordura después de tantos años de locura), no deja de sorprender a diestros y siniestros tamaña empresa. Teresa Ribera explica, con toda desenvoltura a quien escuchar hermosas palabras quiera, que se contará con la opinión de los técnicos procedentes de las diferentes regiones implicadas para actualizar las dichosas reglas de explotación del trasvase. Más vale tarde que nunca. A ver si, de una vez por todas, se pasa de la estación de las palabras a la de los hechos. De la disputa a la concordia.

No sé si debemos albergar muchas ilusiones con este grupo, comité o comisión de nuevo cuño, y ni si cabe siquiera alguna esperanza, habida cuenta de los antecedentes. Mas al fin una de estas semanas, ha de ser la semana. En el día fijado, se reunirán con toda solemnidad responsables de los ejecutivos de la Región de Murcia, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Andalucía para abordar la cuadratura del círculo: las reglas de explotación sobre el trasvase Tajo-Segura; y lo harán bajo la amorosa mirada de la ministra Ribera; será la primera vez que semejante prodigio ocurra. Se prometen emociones fuertes.

Por vez primera en nuestra historia reciente, Ribera conseguirá congregar a comunidades del PP y PSOE para hablar del Trasvase. He ahí el gran acontecimiento; que este simple y mundanal hecho se convierta en noticia de primera plana, indigna y enerva a las inteligencias más simples, como la mía. Que antes no haya sucedido nada parecido, no es sino un insulto para el sentido común, que comúnmente apenas se deja sentir entre nosotros.

En realidad, sí que hubo un precedente que data de la famosa ley del Memorándum en tiempos de Rajoy; sin embargo, entonces todos los gobiernos regionales que se reunieron eran del PP.  Así que ese precedente no puede servir de referencia. ¿Y en este 2024 de nuestros desvelos, sentará este presunto grupo algún tipo de precedente?, ¿los dioses monclovitas le serán propicios?

Teresa Ribera calificó de “ejercicio positivo” que estas regiones se escuchen entre sí. Qué menos que escucharse; otra cosa es entenderse y comprenderse. Mientras tanto el presidente de la Generalitat Valenciana Mazón agradecía, con indisimulada ternura, a Ribera su “predisposición” a contar con las comunidades implicadas; también con un mohín de afectuosa complicidad le reconocía el mérito de no apostar por la “unilateralidad”, sino por el “diálogo y el rigor”. Desconozco qué oculto encanto posee esta ministra que en las distancias cortas a todos embelesa. Enamoró a Moreno Bonilla en Doñana y a nuestro Miras a orillas del Mar Menor; ahora también a Mazón… ¿Qué tendrá esta ministra, qué tendrá…?

Fantasías eróticas

No obstante, el hechizo suele durar poco, porque siempre se vuelve a las andadas, al fragor del combate cuerpo a cuerpo… La destrucción o el amor, proclamaba Vicente Aleixandre. Así debe ser; por ejemplo, de esos románticos paseos por el Mar Menor, prácticamente cogidos de la mano presidente regional y ministra, poco queda, si es que queda algo; algún rescoldo quizá. Aun así, la pasión puede resurgir el día menos pensado. Todo es posible con una ministra venusiana y ardorosa que, al tiempo que indigna y cabrea, atrae y enamora. Como la mantis religiosa. Pero ya se sabe a lo que conduce el frenesí de la veleidosa mantis…

Por si acaso, uno de sus amantes, el presidente de Castilla-La Mancha, se curaba en salud y ya advertía de que el diálogo no podía servir para “retrasar” un compromiso legal, tal como es rectificar “cuanto antes” las reglas de explotación del Trasvase. El que avisa no traiciona.

Mas, pajes y doncellas al margen, hay que festejar que hablen por fin del trasvase nuestras comunidades. Resulta algo tan insólito que cuesta creerlo; ¿llegarán a decirse algo más de lo que cada una quiere oír? Que hablen, y hablen mucho y bien…

Sin embargo, me temo que este grupo, comisión o comité entre regiones, con la enamoradiza ministra Ribera al frente, puede perdurar menos que el sueño de una noche de verano en febrero. ¿En lontananza, un pacto nacional del agua? Ni lo sueñen; fantasías eróticas con la ministra, las justas.

Hipólito Romero.