EL MAR MENOR YA TIENE SU COMITÉ

A MICRÓFONO CERRADO, opinión

15 de marzo, 2022

Han sido necesarias muchas décadas, demasiadas; nuestro Mar languidecía sin remedio echando de menos la ausencia de un comité que acometiera lo que fuera menester, ante la desidia secular que había sufrido y sigue sufriendo nuestra preciosa albufera sin igual. Pero hete aquí, que la noticia de un martes de marzo del año de Nuestro Señor 2022 tiene nombre de comité: Comité de Seguimiento del Mar Menor.

¿Será por comités? ¿O por comisiones? En nuestra Región, hemos sido pródigos en tales iniciativas que iniciar probablemente inicien, mas rara vez terminan algo. Sin embargo, nuestra delicada mar carecía de un comité que velará por ella, y desconsolada lo añoraba en silencio. ¿Qué tenía nuestra mar pequeña que tan desolador aspecto lucía…? No era contaminación, no; era tristeza

Pues ya le hemos dado una alegría. Y toda Murcia celebra el advenimiento de otro flamante y primoroso comité en nuestra Región de cielos naranjas (no ha podido venir en época más propicia, entre el polvo sahariano…) Un comité que viene a preservar y salvaguardar la salud de nuestro enfermo más insigne.

Estaba claro que al Mar Menor lo que le hacía falta urgentemente era otro comité ¿Cómo no habían llegado antes a esa conclusión las ilustres testas de nuestra Comunidad? La respuesta duerme en un ángulo oscuro de sus preclaras mentes.

A los ojos de quienes saben, resultaba evidente que lo que el Mar Menor necesitaba no era diligencia, ni cuidados, ni por supuesto amor (que a los hechos me remito han brillado por su ausencia) sino ante todo un comité con acometedores que cometan y acometan todo lo acometible y por acometer que no se ha acometido ni se ha querido acometer hasta ahora. Es decir que de una putativa vez hicieran algo más que mirarse su profundo ombligo, y pronunciar vacías palabras, o arrojarse competencias a la cara.

Empero llegada es la hora del comité más deseado, que hará resurgir de sus cenizas las otrora cristalinas aguas marmenorenses; gracias a esa ave fénix en forma de comité, nuestro mar volará muy alto. Así que ya podemos dormir tranquilos, nuestra preciosa joya tan maltratada durante tanto tiempo al fin tiene que quien la cuide. Un comité que además informará puntualmente no sólo de su estado sino también de sus circunstancias. ‘Yo soy yo y mis circunstancias’, clamaba en silencio la laguna salada. Sus lamentos han sido escuchados.

Para tan alta misión, no se ha reparado en nombres de prestigio: políticos, profesores y expertos integran este incipiente organismo vivo, que se ha de reunir cada quince días y cuyo portavoz será el jefe de Pesca de la Comunidad, Emilio María Dolores. Sin duda, nada mejor que un jefe de pesca, para pescar en río revuelto o en mar sucio. De ahora en adelante, nuestra albufera lucirá como nunca tras el protector velo de su deslumbrante comité.

¿Quién lo duda? Yo, al menos, no. Confío en el porvenir de este comité (realmente soy un convencido, casi un adicto, de los comités; sin comités ni portavoces mi vida sería un erial). Por cierto, este comité está repleto de políticos, científicos y técnicos que ya han demostrado sobradamente su contrastada valía. De sus trece miembros, 6 forman parte del Ejecutivo Regional, cuatro son científicos y tres, técnicos… Trece integrantes trece, también es tentar la suerte…

Y con la que ha tenido el Mar Menor hasta ahora… En cualquier caso, con todas las cautelas del mundo, este adicto a los comités les desea a todos y cada de sus componentes la más propicia de las suertes. Que la van a necesitar.