Caso Repsol-Villarejo: Rivero, expresidente de Sacyr, aporta pruebas periciales de su espionaje
20 mayo, 2022
El expresidente de Sacyr Luis del Rivero ha aportado a la causa que investiga el presunto espionaje efectuado por el excomisario Villarejo a instancias de Repsol y CaixaBank un informe pericial que constata que fue espiado y sus teléfonos móviles y dispositivos electrónicos manipulados.
El documento ha sido aportado por los abogados de Del Rivero al titular del juzgado central de instrucción nº 6, Manuel García Castellón, que investiga la pieza separada del caso Villarejo relacionada con el denominado proyecto «Wine», desarrollado entre 2011 y 2012, por los presuntos trabajos encargados a Cenyt, empresa vinculada al excomisario .
Lo que investiga el magistrado es si Repsol y CaixaBank acudieron a José Manuel Villarejo para desarticular «una estrategia de sindicación» de Del Rivero «para asociarse con Pemex» y conseguir «casi un tercio» de las acciones de la petrolera».
En la causa figuran como investigados, entre otros, el presidente de Repsol, Antonio Brufau; el que fuera su homólogo en CaixaBank, Isidro Fainé, y sus respectivas compañías como personas jurídicas, además de los exjefes de Seguridad de Repsol Rafael Araújo y de CaixaBank Miguel Ángel Fernández Rancaño.
A todos ellos se les atribuyen presuntos delitos de cohecho (por contratar a un funcionario entonces en activo) y descubrimiento y revelación de secretos (por acceder a datos reservados sin autorización judicial).
El informe, realizado por la compañía Net Computer Forensics y al que ha tenido acceso Efe, constata que los terminales móviles de Del Rivero han tenido instalados en su memoria un sistema de espionaje que permitía tener conocimiento de las operaciones que se realizaban en ellos.
El autor del análisis es técnico superior en sistemas de telecomunicación e informáticos y en auditoría informática y análisis periciales, así como en ingeniería de los sistemas de comunicación, y concluye «de modo fundado que existen grabaciones de audio en los terminales de Del Rivero realizadas con sus propios dispositivos móviles, que son auténticas, se mantiene íntegras y no han sido manipuladas».
Ello supone «que han sido realizadas por terceras personas sin autorización judicial y sin consentimiento alguno» de Del Rivero.
El informe explica que todo el historial de los tres dispositivos analizados anterior a octubre de 2011 ha sido borrado de forma intencionada y no casual, y que han tenido instalados en su memoria interna un sistema de espionaje que ha permitido el control total sobre los mismos.
Entre otras actividades, se grabaron conversaciones y llamadas telefónicas y se procedió a la eliminación o borrado masivo de ingentes cantidades de mensajes y de registros telefónicos, «con el fin de ocultar pruebas que delaten los accesos encubiertos que se han estado realizando», según indica el escrito entregado al juez.
A lo largo de la instrucción, tanto Repsol como CaixaBank han defendido que los trabajos encargados a Villarejo, del que han asegurado desconocer que era policía en activo, eran meros análisis de inteligencia corporativa sin intención de obtener datos personales o privados.