MOROS EN LA COSTA

opinión, Por Decir Algo

16 junio, 2022

Más que en apagar fuegos, el gobierno de la nación parece haberse convertido últimamente en un pirómano, especialmente en política exterior. Los últimos giros copernicanos en relación con el Norte de África son una buena muestra. Hemos desconcertado a propios y extraños. A propios porque ninguna otra fuerza política, ni siquiera los de mayor afinidad o connivencia política en el Parlamento, ha comprendido bien los motivos del volantazo. Y a extraños porque Argelia bien que se ha mosqueado y ha tenido que ser la Unión Europea la que haya salido en nuestra ayuda in extremis.

Hay que recordar que desde 1980 hasta 2018 hubo casi cuarenta años de gobiernos socialistas o de izquierda. La suma de PP, Ciudadanos y Vox hizo saltar por los aires ese cortijo socialista en diciembre de 2018, y el gobierno de Juanma Moreno, en coalición con Ciudadanos, obró el milagro de que se quedara en agua de borrajas la llamada a la “alerta antifascista” que decretaron, con escaso éxito a juzgar por los resultados, los partidos de izquierda que, ahora, parece que se los ha tragado la tierra. ¿Tiene todo esto alguna explicación? Porque ciertamente no es nada común…

En el fondo, desde una perspectiva sociológica, apenas han cambiado las cosas. ¡Cómo!, me dirán ustedes; pero si acaba de describir que ha habido un inesperado giro copernicano… Bueno, digamos que se ha producido un giro no de 180 grados sino de 360. El votante medio andaluz, con todas las simplificaciones que esto lleva, ha sido siempre y lo sigue siendo básicamente conservador. Ese mismo voto conservador hacia el PSOE durante décadas ahora es voto también conservador para el PP. Ese ha sido el gran mérito del gobierno de Moreno: mimetizarse con la población andaluza.

El eslogan electoral de Ciudadanos –marca en declive que va a arrastrar al mejor vicepresidente autonómico que ha tenido el partido, Juan Marín– dice: “Andalucía, el cambio que funciona”. Intentan, con este mensaje, hacer recordar al electorado que ellos han sido parte, como gobierno, de ese cambio de 360 grados. Cosa distinta es que el mensaje vaya a calar ante el empuje del PP y de Vox. Es cierto, no obstante, que el eslogan describe bastante bien lo ocurrido: ha habido un cambio que ha funcionado, que no ha hecho estremecer traumáticamente –como preconizaban las izquierdas– los fundamentos de la autonomía andaluza y del buen gobierno. Y por eso, Juanma Moreno es mirado por la práctica mayoría de los votantes como quien va a repetir al frente del palacio de San Telmo. Ese voto sociológicamente conservador, bien administrado, le ha dado muchos frutos y puede marcar una época.