DISTINTOS COLLARES
04 abril, 2023
¿Y no será todo un “bluff” mediático? Se ha rodeado de pompa y esplendor la primera comunión –civil, por supuesto– de Yolanda Díaz, pero es lo que me pregunto. Las sumas que hace, ¿no serán de peras y manzanas? Y hablando de frutas, faltaban las moradas, que por ahora restan a Sumar. Además, si uno se pone a rascar en el “tutti frutti” de las innumerables siglas que componen el entramado liderado por la política gallega, inevitablemente se llega a la conclusión de que prácticamente son –valga la metáfora clásica y sin ánimo peyorativo– los mismos perros pero con distintos collares.
![Carlos Barrera](https://www.frecuenciamurcia.es/wp-content/uploads/2020/11/Imagen-Carlos-OPINION.jpg)
En este festival de canes (sin doble “ene”) estaban, allá en el polideportivo Magariños, los que ya componían Unidas Podemos pero sin Podemos, más los diversos purgados o escindidos de Pablo Iglesias, quien en su corta carrera política ha ido dejando cadáveres varios por el camino. ¿Qué es lo que cambia? El liderazgo, que pasa a manos de un valor en alza, Yolanda Díaz, en detrimento de un Iglesias a la baja desde que dejó el gobierno para combatir lo que denominó el fascismo de Ayuso en Madrid. Cae mejor ella, de eso no cabe la menor duda, frente a un Iglesias más arisco y resabiado.
En todo caso, la gran pregunta sigue siendo la que me hacía al principio: ¿Y no será todo un “bluff” mediático? Porque me da la ligera impresión, y no es una impresión tomada a la ligera, de que el espacio político a cubrir es el mismo de antaño, de que las políticas que sustenta son las mismas y de que las alianzas para formar gobierno son también las mismas, a la vera de un necesitado Partido Socialista de Pedro Sánchez. A lo sumo, puede agitar el cocotero adormilado de la abstención de izquierdas, que puede ver en Díaz un algo diferente y esperanzador. Aun así, los presuntos trasvases de votos para hacer de Sumar una fuerza política… con fuerza, se daría entre las diversas opciones de la izquierda: PSOE, Podemos si no se integra, y Sumar; por lo que más que sumar esa operación aritmética sería dividir. Y aquí no cabría aquello de “divide y vencerás” porque la ley electoral no perdona a quienes quedan por debajo del tercer puesto.
La aparición de nuevas figuras políticas siempre encandila. A los medios, en primer lugar, siempre ansiosos de descubrir novedades y de relatar batallas donde los aparentes “davides” se atreven con sus “goliats” e incluso los vencen, o por lo menos los desafían. Ya ocurrió con Pablo Iglesias y Albert Rivera cuando irrumpieron en la vida política no hace mucho aunque ahora parezca una eternidad. También a los electores les gusta que haya nuevos figurantes en el paisaje. La gran duda es si la amalgama de Sumar puede acabar como la de Podemos. Sumar se parece demasiado a Unidas Podemos. Es una coalición de coaliciones, con ramales autonómicos ya de por sí sólidos y que complican la estabilidad del futuro proyecto. No parecen buenos cimientos para consolidarse sino más bien otra de las mutaciones cíclicas a que la izquierda más radical nos tiene acostumbrados.