DISTINTOS COLLARES

opinión, Por Decir Algo

04 abril, 2023

¿Y no será todo un “bluff” mediático? Se ha rodeado de pompa y esplendor la primera comunión –civil, por supuesto– de Yolanda Díaz, pero es lo que me pregunto. Las sumas que hace, ¿no serán de peras y manzanas? Y hablando de frutas, faltaban las moradas, que por ahora restan a Sumar. Además, si uno se pone a rascar en el “tutti frutti” de las innumerables siglas que componen el entramado liderado por la política gallega, inevitablemente se llega a la conclusión de que prácticamente son –valga la metáfora clásica y sin ánimo peyorativo– los mismos perros pero con distintos collares.

En este festival de canes (sin doble “ene”) estaban, allá en el polideportivo Magariños, los que ya componían Unidas Podemos pero sin Podemos, más los diversos purgados o escindidos de Pablo Iglesias, quien en su corta carrera política ha ido dejando cadáveres varios por el camino. ¿Qué es lo que cambia? El liderazgo, que pasa a manos de un valor en alza, Yolanda Díaz, en detrimento de un Iglesias a la baja desde que dejó el gobierno para combatir lo que denominó el fascismo de Ayuso en Madrid. Cae mejor ella, de eso no cabe la menor duda, frente a un Iglesias más arisco y resabiado.

 

En todo caso, la gran pregunta sigue siendo la que me hacía al principio: ¿Y no será todo un “bluff” mediático? Porque me da la ligera impresión, y no es una impresión tomada a la ligera, de que el espacio político a cubrir es el mismo de antaño, de que las políticas que sustenta son las mismas y de que las alianzas para formar gobierno son también las mismas, a la vera de un necesitado Partido Socialista de Pedro Sánchez. A lo sumo, puede agitar el cocotero adormilado de la abstención de izquierdas, que puede ver en Díaz un algo diferente y esperanzador. Aun así, los presuntos trasvases de votos para hacer de Sumar una fuerza política… con fuerza, se daría entre las diversas opciones de la izquierda: PSOE, Podemos si no se integra, y Sumar; por lo que más que sumar esa operación aritmética sería dividir. Y aquí no cabría aquello de “divide y vencerás” porque la ley electoral no perdona a quienes quedan por debajo del tercer puesto.

 

La aparición de nuevas figuras políticas siempre encandila. A los medios, en primer lugar, siempre ansiosos de descubrir novedades y de relatar batallas donde los aparentes “davides” se atreven con sus “goliats” e incluso los vencen, o por lo menos los desafían. Ya ocurrió con Pablo Iglesias y Albert Rivera cuando irrumpieron en la vida política no hace mucho aunque ahora parezca una eternidad. También a los electores les gusta que haya nuevos figurantes en el paisaje. La gran duda es si la amalgama de Sumar puede acabar como la de Podemos. Sumar se parece demasiado a Unidas Podemos. Es una coalición de coaliciones, con ramales autonómicos ya de por sí sólidos y que complican la estabilidad del futuro proyecto. No parecen buenos cimientos para consolidarse sino más bien otra de las mutaciones cíclicas a que la izquierda más radical nos tiene acostumbrados.