‘TERESA, SOR CATALINA Y LA ILP DEL MAR MENOR’

De este a oeste, de norte a sur, resuenan los ecos de una fascinante epopeya hecha realidad, la de la más famosa ILP que recordar se pueda, una iniciativa legislativa popular que pretendía y pretende dotar de personalidad jurídica a nuestro maltrecho Mar Menor. Con su promotora, la profesora Teresa Vicentedirectora de la Cátedra de Derechos Humanos y de la Naturaleza de la UMU ya conversamos el año pasado, en plena campaña de captación de firmas, entonces se mostraba convencida de que lo lograrían.

Y a fe que lo han conseguido, han sobrepasado con creces el medio millón de firmas exigido. La profesora Vicente lleva prácticamente una vida entera trabajando espartanamente en pos de alcanzar un sueño. Hoy aquel sueño parece más cerca, aunque quizá no tan próximo como parecer pudiera. 

Mas empecemos esta historia por el final: Teresa Vicente, promotora de la Iniciativa Legislativa Popular que quiere otorgar personalidad jurídica a la albufera murciana, tenía que recoger 500.000 firmas, y semejaba un imposible; sin embargo, no sólo lo logró, sino que consiguió, si mis números no me fallan, 639.826 firmas. Sin duda alguna, en el momento culminante, las indignantes imágenes de peces agonizando dieron munición sobrada para un ejército ávido y tenaz; las firmas se transformaron en armas en esta guerra sin cuartel.

A la postre, el enorme apoyo a la Iniciativa Legislativa Popular, desde entonces, se ha trocado en una hermosa gesta que podría alcanzar el éxito. Pero, ¿este David legislativo popular logrará derrotar al gigantesco Goliat que dormita en el Congreso?

Teresa ha impulsado a un aguerrido ejército de voluntarios por calles y plazas de España entera, y estos convencidos soldados han ganado, firma a firma, tan singular batalla, recorriendo España toda durante un año; y obteniendo logros tan vaporosos como el de las rúbricas del presidente Pedro Sánchez y de la ministra Teresa Ribera, que lo mismo que firman una iniciativa pueden olvidarse de ella, con igual facilidad.

No obstante, esta historia no ha hecho sino comenzar, ahora vienen los capítulos más interesantes y de mayor intriga. ¿Prosperará la Iniciativa?¿Qué ocurrirá después? ¿Qué implicaciones tendrá en el futuro del Mar Menor? ¿Qué aportará realmente darle personalidad jurídica al Mar Menor?

«El Mar Menor pasará de ser un mero objeto, sometido al interés político y empresarial, a sujeto con derechos fundamentales», sostiene esta romántica defensora de causas perdidas para todos menos para ella. Si la ILP saliera adelante, el Mar Menor se convertiría en el primer paraje natural con derechos propios en todo el continente europeo.

 La tesis premonitoria

El miércoles 28 de julio de 2021, cuando se registraba en el Congreso de los Diputados la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para que se reconociera a la laguna como sujeto de derecho, sólo ella creía firmemente en el éxito de esta aventura. Sólo ella y Sor Catalina, el alter ego de Teresa, que escribió su tesis doctoral sobre justicia medioambiental en un convento de clausura, alentada por las monjas más que por sus profesores.

Si entonces, décadas atrás, Teresa hubiese fracasado, nunca se habría llegado hasta aquí. Aunque Sor Catalina no lo hubiera permitido jamás; también a ella le debemos la ILP del Mar Menor. De hecho, redactar la tesis doctoral (‘Justicia y derecho ambiental. Para un modelo de justicia ecológica’) en su convento de clausura, fue algo más que premonitorio.

Empero constituye aún una incógnita qué puede suceder en España con esta ILP, única en su género; medidas similares ya se aplican en otros espacios naturales del planeta, donde se han reconocido derechos a enclaves naturales. En Colombia, por ejemplo, el Tribunal Constitucional interpretó que cabían en la Constitución colombiana los derechos del río Atrato.

¿Y con tales precedentes podemos ser optimistas? ¿De qué le ha servido al río Atrato tener reconocidos sus derechos? Hasta el momento, de muy poco… ¿Con personalidad o sin ella, tendrán los males de nuestro Mar Menor remedio? Sólo Sor Catalina y los monjes del Congreso lo saben. Tal vez ni ellos.

En estos y otros asuntos, entraremos a fondo en la entrevista con la profesora Teresa Vicente, en la segunda parte de Frecuencia Murcia Económica

Antes, una jornada más, debemos abrir este programa con el impacto de una sexta ola, que todavía no ha tocado techo. La tasa de incidencia, no obstante, vuelve a aumentar respecto a la semana anterior, pero frena el ritmo de subida y lo hace en menor medida. Si en las últimas semanas la incidencia subía un 60%, en esta ocasión lo hace en un 40%. Pese a ello, no se alivia la presión hospitalaria: una veintena de personas han ingresado en hospitales murcianos durante el fin de semana y en total son 571 los pacientes covid hospitalizados, de los cuales 487 permanecen en planta y 84 en unidades de cuidados intensivos (UCI). 

Con todo, los más optimistas afirman que lo peor de esta sexta ola ha pasado ya. Aunque no se fíen, yo de ustedes no me fiaría, ni tampoco me confiaría… Y menos con la sucesión de fallecimientos que tenemos que lamentar jornada tras jornada. Este domingo, tres muertos más y ya hemos alcanzado la terrible cifra de 1900 muertos en nuestra Comunidad. Entre ellos, un niño de cinco años de Águilas con patologías previas, y el alcalde de Totana Juan José Cánovas, que padecía una leucemia desde hacía años. El alcalde totanero ha sido despedido este lunes en un conmovedor acto en la plaza de la Constitución de su pueblo

Nuestro recuerdo emocionado para todos ellos, y un enorme abrazo para todos sus familiares y amigos. La pandemia aún nos va a hacer sufrir mucho, demasiado. En cualquier caso, debemos seguir adelante con la convicción de que tarde o temprano lograremos vencer (o al menos dominar) a este virus cambiante. 

Estimados amigos, les presento al formidable equipo de comentaristas que nos acompañan hoy:


Enrique Nieto, pintor y articulista de La Opinión 

David Muñoz, politólogo, vicedecano del Colegio de Politólogos y Sociólogos


José Antonio Cobacho, presidente del Consejo Económico y Social


José Ruiz, presidente del Colegio de Graduados Sociales