DESMEMORIA HISTÓRICA

opinión, Por Decir Algo

26 enero, 2023

Ocurrió la semana pasada. El ministerio de Justicia, en aplicación de la Ley de Memoria Democrática, ordenó retirar el retrato del que fuera ministro del ramo entre diciembre de 1975 y junio de 1976, Antonio Garrigues y Díaz-Cañabate. El famoso abogado había sido también antes, entre otras cosas, embajador de España en Washington y en la Santa Sede. En aquel heterogéneo primer gobierno de la monarquía, presidido aún por el convencido franquista Carlos Arias Navarro, figuraban por ejemplo políticos como Manuel Fraga y Adolfo Suárez.

Es imaginable la estupefacción de su hijo Antonio Garrigues Walker al conocer la noticia, que le hizo llegar un conocido periodista. Garrigues padre, junto con Fraga y Areilza, más otros jóvenes como Suárez y Osorio, formaban la punta de lanza reformista y prodemocrática de aquel gabinete de circunstancias. Tras algunas gestiones, el sentido común –esta vez sí– se impuso y el cuadro volvió a su lugar. Cualquier mínimo conocedor de la historia de la España contemporánea no hubiera cometido tamaño error, pero ya se sabe que los políticos juguetean con la historia de forma frívola y la manosean en favor de sus particulares intereses sin apenas interés por la complejidad de la verdad de los hechos sucedidos. El ministro Bolaños, que se ufanó de la hazaña del cuadro, tuvo que hacer mutis por el foro con el rabo entre las piernas.

En otra muestra de ignorancia palmaria de la historia, hace un par de meses el gobierno de la nación anunció la retirada de la Medalla del Mérito en el Trabajo al empresario navarro Félix Huarte, quien fuera el auténtico prohombre de la industrialización de Navarra en los años sesenta y promotor, por tanto, de un gran número de puestos de trabajo. La razón aducida es que era miembro del “aparato represor” (así, entre comillas) de la dictadura porque había sido también vicepresidente de la Diputación Foral de Navarra. En 2014 el gobierno foral le concedió la Medalla de Oro de Navarra, que no le ha sido retirada… aún. He aquí de nuevo otro episodio que muestra la carencia de escrúpulos y el sectarismo ignorante de quienes se mueven al compás de facilones mantras políticos de moda.

Ayer, en una conversación informal con un amigo, me dijo que Cáritas había sido fundada en 1947. O sea, pensé yo para mis adentros, que si el gobierno se entera la tacharán de fascista y opresora. ¿Se atreverán a ilegalizarla por tener tan oscuros orígenes? Y ya de paso, podrían destruir también todos los pantanos que inauguró Franco, también sospechosos de connivencia con la dictadura, y que ahora miramos con tanto cuidado para que sigan embalsando el agua que necesitamos. Y prefiero no seguir… porque a lo mejor hasta nos quitarían la nacionalidad a quienes nacimos antes de 1975 en aplicación de esta desmemoria histérica, que no histórica.