DE REOJO A LAS ENCUESTAS

opinión, Por Decir Algo

07 diciembre, 2021

Andan nuestros políticos con un ojo puesto en la Covid y su nueva variante Omicron y otro en las encuestas. No hay semana en que no salga una, con matices diferenciados, salvo el CIS de Tezanos –claro está–, que es un caso aparte. Las posibles convocatorias electorales están a la vuelta de la esquina: que si las generales porque Yolanda Díaz se está poniendo un poco pesadita y acapara los focos mediáticos, quizás demasiado, para Pedro Sánchez; que si las autonómicas andaluzas, ahora que Vox ha retirado su apoyo a los presupuestos del gobierno de PP y Ciudadanos; que si la Comunidad Valenciana para aprovechar el tirón de Ximo Puig y anular el posible efecto pro-PP en Andalucía; que si en Castilla y León porque… vaya usted a saber que ya me pilla un poco lejos.

 

Y entretanto las batallitas de los populares en Madrid, donde lo tenían todo tan fácil aparentemente y ahora se meten en un embrollo del que no saben cómo salir. Solo Rajoy pudo poner una frágil paz con aquella foto de la presentación de su libro, con Ayuso a su derecha y Casado a su izquierda (absténganse en esto de lecturas políticas).

Y entretanto también los socialistas de Sánchez rezan por que los fondos de Bruselas lleguen cuanto antes para que Dios les pille confesados, es decir, para que se note su impacto positivo en una economía tan frágil que todas sus predicciones de crecimiento han sido puestas a la baja, y eso duele a los sufridos bolsillos del votante.

Y entretanto Vox contraataca con una concentración de líderes europeos de la derecha radical en Madrid para sacar músculo y volver a sacarle los colores –y empleo su epíteto preferido– a la “derechita cobarde” del PP, a cuyas barbas quieren subirse en esa disputa por el votante que está hartito del gobierno socialcomunista, como le llaman, de Sánchez.

Y entretanto el volcán de La Palma sigue vomitando lava y azufre, ajeno a tantas diatribas, dimes y diretes. Lava y azufre parece ser lo que vomita nuestra clase política un día sí y al otro también, especialmente en el hemiciclo de las Cortes y en el tuitódromo nacional del “y tú mas”, mientras los partidos allí representados practican tanto cansino tacticismo preelectoral.

Y entretanto la España vaciada, que existe, se anima a entrar en el camarote de los hermanos Marx en que se ha convertido nuestro parlamento. Pasen y vean. Continuará…