La inocencia se paga con la vida; la santidad con la muerte. Bien lo saben, nuestros mártires.
Mártires como esos 9.700 murcianos que fallecieron en la lista de espera de la dependencia en los últimos 18 años. La Región se mantiene en el pódium de la más incomprensible incompetencia, como la tercera comunidad con mayores demoras en este campo (un campo minado de muertos), que superan los 500 días de media. Asimismo, es una de las que menos destina al sistema. Un sistema que sistemáticamente falla en Murcia. ¿Por qué?
¿De qué depende la dependencia en la Mejor Tierra del Mundo? ¿Seguirán pereciendo murcianos anhelando esas ayudas a las que tienen derecho? Dios quiera que no, pero la Historia nos dice que, en estos 18 años de Ley de Dependencia en la Región, 9.700 ciudadanos han fallecido aguardando unas ayudas, que nunca llegaron ni llegarán.
Un total de 9.714 personas de la Región de Murcia murieron entre los renglones de la fatídica lista de espera de la dependencia. De ellas, 5.118 lo hicieron esperando el grado de dependencia y los 4.596 restantes estaban pendientes de recibir la prestación; pero, a unos y a otros, el tiempo se les agotó mucho después que la paciencia.
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La consejería de Política Social, Familia e Igualdad se agarra a la infrafinanciación como a un clavo ardiendo, y culpa a la financiación estatal de este ignominioso crimen. Que es lo que es: un crimen, por mucho que le pongamos toda clase de eufemismos, o excusas de toda índole; dejar morir a miles de personas en el limbo burocrático, en la espera más cruel, no puede tener otro nombre.
La Consejería sostiene que el Ejecutivo regional “financia ocho de cada diez euros destinados a la Dependencia” e insiste, una y mil veces (y con razón) que somos los peores financiados. Y con esa injusticia, que sufrimos todos los murcianos, acallamos nuestras propias conciencias, ante situaciones tan injustificables como la dependencia en Murcia. Estamos infrafinanciados, nadie lo pone en duda; pero esta infrafinanciación no es ninguna patente de corso.
El diputado regional del PP Miguel Ángel Miralles se ha pronunciado en este sentido, afirma que “a pesar del continuo castigo de Pedro Sánchez en materia de financiación, el Gobierno regional realiza un esfuerzo extraordinario y garantiza una atención digna en dependencia”. Una atención digna, quienes la reciben… Porque otros mueren esperando. Sé que duelen estas palabras, deben doler; ay si no dolieran…
El tiempo medio de tramitación de un expediente de la dependencia en la Región de Murcia es de 514 días, eso sí cinco días menos de los contabilizados en el año 2023. Y aún hay quien lo subraya como un gran logro; más que un subrayado parece un borrón. ¿Borrón y cuenta nueva? Por ley, el plazo máximo para resolver un expediente se sitúa en seis meses.
Aunque únicamente hay dos comunidades y la ciudad autónoma de Ceuta (57 días) que estén por debajo del plazo de resolución obligado: Castilla y León (126) y País Vasco (128). Nosotros figuramos en el otro extremo, el más extremado. Con más de un año de tiempo medio de gestión, se encuentran Andalucía (618), Canarias (574); Murcia (514), y Galicia (339). Es decir, somos los terceros, los acreedores a una merecidísima medalla de bronce a la ineptitud.
Y la infrafinanciación no puede servir de pretexto. Tenemos recursos suficientes para hacer frente a situaciones tan graves como la que sufren nuestros dependientes día tras día; lo que falta es diligencia. También aptitud y actitud; la ineficacia está harto probada con esos plazos inmensos de perversa espera, que se cubren de cadáveres. El tiempo es implacable. Vivieron sin vivir; y murieron porque no murieron… hasta que les consoló la muerte.