La victoria de ETA (después de muerta)

El Punzón

20 octubre, 2021

Está visto: en España no puede uno darse la vuelta, ni para estas largas vacaciones que nos tomamos en el blog, porque cuando toca volver a lo mejor encuentras que, como si Alfonso Guerra siguiera ahí (que sigue), no la conoce ni la madre que la parió.

De aquel distante junio, en que dejamos de asomarnos a estas redes, a hoy mismo, hemos tenido indultos de golpistas; nos hemos vacunado tanto, que algunos ya van por la tercera dosis; ¡coño, pero si hasta pusieron ruedas y aparcaron lejos de la Moncloa al esbirro de Sánchez, al Algarrobo Abalos, que andaba como alma en pena en la romería a Su Sanchidad de este fin de semana en Valencia!

Y, como en Valencia, un cadáver gana su postrera batalla: el de ETA, cuando “celebramos” (es un decir), el décimo aniversario de su derrota y desaparición (es otro decir).

Porque resulta que, por la necesidad del apoyo que los miserables cinco diputados que Bildu tiene en el Congreso (es lo que tiene la vigente ley electoral, que un gato obtiene el 0,99% de los votos emitidos en toda España, pero como sea vasco o catalán, ya tiene asientico en la Carrera de San Jerónimo), el Gobierno socialista-podemita hace mangas y capirotes para darles contento y satisfacción a todas sus demandas, que no son otras -no lo olvidemos- que las de los asesinos de ETA.

Ese “hombre de paz y bien” que dicen que es Otegui -yo lo calificaría de muy otra forma- impostó hace unos días su pesar por los asesinatos de sus conmilitones, afirmando, con todo el cuajo, que sentía su dolor y “que nunca debería haberse producido y no se debería haber prolongado tanto en el tiempo” (o sea que parece que el hecho de que se asesinara sí le parecía conveniente y justificable en algún momento)”.

Las palabras del terrorista causaron gran contento en el PSOE y escándalo en cualquiera que tenga dos dedos de frente y un poquito de esa memoria tan reivindicada. ¿Quién se va a creer que están dispuestos a aliviar el daño y se comprometen a mitigarlo cuando hay, todavía hoy, 387 asesinatos sin que sus autores hayan pagado por ellos? Estoy seguro de que Otegui en persona podría -debería, sería incluso judicialmente exigible- contribuir a su esclarecimiento.

Pero no, su declaración era una nueva impostura, porque ya ayer lo que confirmaba era que el precio de su apoyo a los Presupuestos Generales era la excarcelación de los 200 presos etarras que siguen en la cárcel en virtud de sus condenas.

Pedro Sánchez contestaba, en sede parlamentaria, a la oposición, que no iba a negociar con Bildu su voto a las cuentas del Estado a cambio de presos. Y lo más preocupante de todo era su respuesta: “no, es un no rotundo”, que es la fórmula habitual que utiliza el felón para mentir con mayor descaro.

O sea, que ETA está ganando y consiguiendo sus objetivos de la mano del PSOE al que asesinó a doce miembros (Germán González López, Enrique Casas, Vicente Gajate, Fernando Múgica, Francisco Tomás y Valiente. Fernando Buesa, Juan María Jáuregui , Ernest Lluch, Froilán Elespe, Juan Priede, Joseba Pagazaurtundua e Isaías Carrasco, a los que menciono porque los flamantes socialdemócratas de nuevo cuño los han olvidado), y logrando lo que no consiguió asesinando a Miguel Angel Blanco, por cuya vida pedían el acercamiento y libertad de presos que Sánchez ahora les regala. Memoria, sí, pero para todos. Y dignidad. Y justicia.