“LA MINISTRA DEL ‘MIEDO’ AMBIENTE”

A MICRÓFONO CERRADO, opinión

25 de mayo, 2021

 Este lunes 24 podría haber sido el día D, tendría que haberlo sido. Nuestros regantes y sus tractores deberían haber tomado libremente las calles de Madrid en la gran manifestación en defensa del trasvase Tajo-Segura. Realmente ésa tendría que haber sido la noticia; y así habría sido, de no haber mediado tantas trabas, tantas que la manifestación sufrió tamaños impedimentos, que la llevaron al límite; el ínclito delegado de Gobierno en la comunidad madrileña, a sabiendas, puso en serios apuros a una protesta estentórea que reunía a regantes de nuestro Levante, convocados por el Círculo del Agua.

Los momentos de mayor tensión se vivieron cuando la Delegación del Gobierno impidió, en un primer momento, la salida de vehículos por incumplir las condiciones de la convocatoria. El sindicato de regantes había solicitado autorización para una protesta con la participación de mil turismos, un tractor, una cosechadora y ocho camiones frigoríficos, pero se habían dado cita más de 200 camiones, autobuses y tractores, amén de más de dos mil coches. Finalmente, se llegaría a un pacto in extremis para que participaran una decena de camiones. En total, emprenderían la marcha, tras mil y una negociaciones, los camiones de la discordia, junto a otros diez tractores, dos mil coches particulares y una treintena de autobuses.

Pero lo de menos es el número de vehículos que, al final, pudieron hacer rugir sus motores o sus cláxones en el asfixiante asfalto madrileño; lo trascendente es el clamor de los regantes murcianos, alicantinos y almerienses, que se unieron en único grito en pos de justicia para una infraestructura que tanta riqueza ha creado en los últimos 42 años en nuestro Sureste y, por extensión, en toda España. No se olvide, ni por un instante, que esta infraestructura inyecta más tres mil millones de euros a la economía española y genera más de cien mil puestos de trabajo directo, y otros tantos indirectos.

 Con estos datos en la mano, poner en riesgo su viabilidad sólo cabe en mentes muy estrechas. De facto, en nuestro Levante existe un consenso cuasi universal en defensa del trasvase. Otra cosa muy distinta es lo que ocurre en las altas esferas políticas, donde anida una ministra de medio ambiente o de transición ecológica (como se dice ahora), que se ha transformado en la misteriosa ministra del ‘miedo ambiente’, por el temor que está infundiendo a borbotones entre nuestro sector agrario, que ni la entiende ni la comprende. Una actitud la de doña Teresa que parece derivada de un odio extraño hacia nuestros regadíos, que ni ella misma se explica. Las reformas de las reglas de explotación del trasvase y el aumento del caudal ecológico, que ella defiende con tanto ardor, podrían dar al traste definitivamente con tantos años de esfuerzo, con tantos años de prosperidad y de éxito.

 Porque la economía al trasvase debida ha supuesto un éxito sin parangón, y ha marcado un antes y un después para la Región de Murcia y el Levante español. Mas si se siguiera por esos derroteros, estaría en riesgo la propia subsistencia económica del Sureste. Sin el trasvase, el futuro se torna pasado en nuestro Levante. Sólo hay que recordar el erial levantino de hace medio siglo…

 ¿Queremos volver a él? Sra. Ministra escuche el rugir de nuestro campo y, de paso, consulte con su señor Ministro de Agricultura y sus correligionarios murcianos, alicantinos y almerienses. Seguro que aún estamos a tiempo de rectificar. Y ya se sabe que rectificar es… de humanos, de fieramente humanos.