GOBIERNO DE COHABITACIÓN

Por Decir Algo

02 noviembre, 2021

Siendo como es la primera experiencia de un gobierno de coalición a nivel nacional, el presidido por Pedro Sánchez está siendo examinado con lupa, y seguramente, cuando llegue su fin, se hará balance de sus bondades o sus maldades, de sus aciertos y sus desaciertos, que de todo suele haber en la viña del señor… de la Moncloa. Por el momento tenemos que conformarnos con observar el paisaje y adivinar por dónde van los tiros. Y no es metáfora porque andan habitualmente tan a la gresca los coaligados que la “balasera” se escucha en cientos de kilómetros a la redonda.

Temas por los que discutir no han faltado, no faltan y da la impresión de que a medida que pasen los meses no faltarán, en tanto en cuanto las elecciones se vayan acercando, pues ya hemos estamos pasando el ecuador de la legislatura. Ahora el protagonismo se lo están llevando las dos vicepresidentas, Nadia Calviño y Yolanda Díaz, a propósito –o a despropósito– de la reforma laboral, sempiterna cuestión disputada que se ha erigido en símbolo de la discordia y de la diferenciación entre las formaciones políticas a las que representan: PSOE y Unidas Podemos. Con Bruselas vigilando, difícil tarea le aguarda a la nueva reina de los mares preelectorales, Yolanda Díaz, pues sus posturas más radicales presentan complicado encaje dentro de las exigencias de la Comisión Europea.

 

¿Hasta dónde tensará las cuerdas la lideresa de Unidas Podemos, o más bien de la plataforma electoral que pretende crear y encabezar? Como cualquier otro de los ministros de esta parte del gobierno, sabe que desde dentro se puede influir mucho más que desde fuera, pero la paciencia puede tener un límite y, en todo caso, el victimismo bien gestionado, aunque sea vía declaraciones y postureos, puede proporcionar réditos posteriores en las urnas.

 

Sea lo que fuere, a este gobierno habría que llamarlo más bien de cohabitación. Se ven obligados a vivir juntos pero, en el fondo, no se soportan, y a las horas de insomnio que Sánchez predecía me remito. No son tiempos para romper pues pintan bastos en el panorama electoral y las encuestas sin cocina tezanera viran hacia la derecha. Los nubarrones que se ciernen sobre la recuperación económica postcovid, con la inflación más desbocada que nunca y unos presupuestos expansivos tan repletos de buena voluntad como de falta de realismo, invitan a PSOE y Unidas Podemos a seguir cohabitando, no vaya a ser que las urnas hablen en su contra. Porque a este gobierno si algo le falta, es gas…