EL BUMERÁN DE MURCIA

Por Decir Algo

Ayuso arrasa”, “Ayuso arrolla”, “Ayuso tumba a la izquierda”… Estos y otros titulares similares hemos podido ver y escuchar desde la noche del martes tras la contundente victoria electoral de la candidata del PP en la Comunidad de Madrid. No ha conseguido, por poco, la mayoría absoluta pero el margen con respecto a todos los demás ha sido tan amplio que la utilización de esos verbos no resulta exagerada.

A los méritos indudables de su campaña hay que añadir, o es preciso recordar, que todo empezó en Murcia. Aquella operación política de la finalmente fallida moción de censura contra el gobierno regional del Partido Popular, supuestamente para mayor gloria de Ciudadanos y del PSOE, fue la espoleta del rápido y audaz movimiento de Díaz Ayuso convocando a los madrileños a las urnas. A toro pasado es fácil decir que fue un acierto para ella y su partido, pero tenía sus riesgos, y más aún cuando ni más ni menos que Pablo Iglesias salió del gobierno de la nación para pelear contra ella. O quizás esa decisión del ex vicepresidente (y desde anteayer ex de casi todo) le ayudó, desde luego no intencionadamente, en su estrategia porque pudo colgar con más razones y legitimidad su lema de “Comunismo o libertad”.

Pero volvamos a Murcia. ¿Qué dos partidos han salido escaldados de los resultados electorales en Madrid? Sí, en efecto: los dos que se confabularon para arrebatar el gobierno regional al PP: Ciudadanos, desaparecido en combate por una abultada pérdida de confianza en sus capacidades y estrategias; y un PSOE ensoberbecido en su afán de acaparar más poder autonómico en España y castigado por su avaricia y falta de escrúpulos políticos. También un tercero en discordia que se había sumado a la moción murciana: Unidas Podemos, que ya no rula ni con Iglesias, que ha hecho mutis por el foro. A esto bien se le puede llamar el efecto bumerán de Murcia, porque lo que perseguían los factores de la moción se les ha vuelto contra ellos mismos; al menos en Madrid, pero con efectos que pueden ser más duraderos en tiempo y en espacio.

¿Nos esperarán más sobresaltos políticos en los próximos meses? Uno ya no puede conjeturar nada tal como está el patio. Teóricamente, antes de las andaluzas de finales de 2022 no iba a haber comicios en España de ningún tipo y saltó lo de Madrid vía Murcia. Paradójicamente, quien más posibilidades tiene de desestabilizar la situación es el gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos o los aparatos de sus respectivos partidos. El temor a perder poder suele ser mal compañero de viaje.​