27 junio, 2023

Como casi siempre ocurre en una campaña electoral, toca hablar del llamado voto útil, transcripción popular del llamado en la ciencia política voto estratégico. Son habitualmente los partidos mayoritarios los que se afanan en reclamarlo al electorado en aras de obtener mejores resultados y una mayor facilidad para la gestión posterior de gobierno. Es, por ejemplo, lo que consiguió Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, después de dos legislaturas cortas en las que tuvo que depender de Ciudadanos, primero, y del apoyo externo de Vox después. Ahora tiene las manos libres para desarrollar su programa.

Lo que no está tan claro, en las elecciones del 23 de julio próximo, es la capacidad de convicción o de seducción del PSOE y del PP para obtener ese tipo de voto por parte de los votantes más afines a Sumar y a Vox respectivamente. Estas formaciones, según las encuestas, tienen bastantes posibilidades de obtener buenos resultados por lo que no resulta tan fácil para socialistas y populares vender que esos votos se tirarían a la basura. Desde 2015, y hay que concienciarse de ello, no ha habido mayorías absolutas en el Congreso de los Diputados, por lo que la necesidad de negociar y de llegar a acuerdos se ha instalado ya en el subconsciente colectivo y en el día a día de nuestros políticos.

 

Que le pregunten a Pedro Sánchez, maestro consumado (y algunos desean que consumido) del arte de pactar incluso con quien le producía insomnio (Podemos) o con quienes dijo que nunca iba a pactar nada (Bildu), aunque ya nos ha explicado que son “cambios de posición”. En cualquier caso, y se piense lo que se piense acerca de él, habrá que convenir en que ha conseguido, en cinco años de gobierno, aritméticas parlamentarias con muy diversos partidos minoritarios fruto de acuerdos, para lo que se requiere de una amplia habilidad política. Volviendo al voto útil: las papeletas de Teruel Existe, por ejemplo, han sido útiles en cuanto necesarias para formar esas mayorías en el Congreso.

 

No se pueden dormir en los laureles PSOE y PP si quieren conseguir una buena cosecha de votos útiles. No les va a resultar fácil aunque pongan en ello todo su empeño. Incluso, aunque suene paradójico, puede ser que les convenga que haya voto generoso hacia Sumar y hacia Vox porque estos se pueden jugar el tercer puesto, codiciado porque la ley electoral (la famosa ley de Hondt) premia al tercero y castiga al cuarto en bastantes circunscripciones. Saldremos de dudas, eso sí, el 23 de julio por la noche.

 

No soy profeta pero, repasando el histórico de estas colaboraciones mías, he visto que la primera de este curso, allá por octubre, se titulaba “Urnas en lontananza”. Bueno, pues hemos tenido lontananzas para dar y tomar. En cualquier caso, intenten ser felices este verano a pesar de las urnas. Lo deseo de todo corazón.