04 octubre, 2022

Se ha dado ya el pistoletazo de salida a la eterna precampaña electoral que va a ser, que está siendo, este curso político 2022-2023. Con las urnas municipales y autonómicas en lontananza, casi todo se mide ya en términos de rédito de votos: los que se pueden rascar a los rivales y adversarios, pero también –dato clave– los que hay que mantener fieles a la causa. Incluso fomentar la abstención de aquellos desesperanzados e ideológicamente contrarios pero que sufren en sus carnes el desencanto puede servir para sumar.

Sumar, sí: ese verbo que parece ya manoseado por una especie de cosa entre plataforma, movimiento ciudadano y partido al que le da una vuelta de tuerca más otra la vicepresidenta Yolanda Díaz en su larguísimo proceso de escucha que no acaba de concretarse en nada tangible. Más larga y duradera se le está haciendo la agonía a Ciudadanos, al que todas las encuestas, una tras otra, ahogan con horquillas entre 0 y 1 escaños, y ahí siguen sus líderes –por llamarles de alguna forma– enfrascados en una refundación que no interesa ya más que a ellos mismos porque la sociedad les ha dado la espalda.

Incluso Vox procura no perder terreno después de la espantá y reentré de Macarena Olona, con cierta sensación de inanidad en su gestión en el gobierno de Castilla y León, y con su plana mayor intentando que el voto útil de la derecha no se vaya al seminuevo PP de Feijóo. ¡Oh, sí! Alberto Núñez Feijóo, a quien casi sin mover un músculo y que –como buen gallego– no se sabe si se está moviendo a la izquierda o a la derecha o se mantiene en ese espacio tan indefinido como incierto llamado centro, todo el mundo ve ya como próximo presidente del gobierno… con permiso del resiliente Pedro Sánchez, estrella de docuseries televisivas, a quien tantos sitúan al frente de la Internacional Socialista, del Consejo de la Unión Europea, de la ONU… todo menos de presidente del gobierno de España, ¡qué extraño!. Perdón, Tezanos sí le ve ahí.

Menos mal, menos mal… ¿que nos queda Portugal, como decía aquella canción de Siniestro Total? Bueno, más bien habría que decir, que nos queda el Mundial, que al menos esperemos que nos rebaje la tensión y nos una a todos en un mismo empeño. A ver si les viene la inspiración a los muchachos de Luis Enrique y los Dani Olmo, Sarabia, Morata y compañía –delanteros del montón– se cargan a las estrellas galácticas: los Neymar, Mbappé, Messi y demás familia. Y además sin cantar el himno, oiga.