UN LÍDER GLOBAL
31 marzo, 2022
¡Quién nos iba a decir, hace escasos dos meses, que íbamos a conocer los nombres de tantas ciudades de un país geográficamente lejano como Ucrania! Con un mínimo de cultura todos sabíamos que la capital era Kiev, y los de mayor cultura futbolística adivinábamos también Donetz, por tantas eliminatorias de Champions de su equipo el Shaktar Donetz, pero luego… pare usted de contar, aunque Odesa podría haber sido también quizás identificable. Ahora Jarkov, Mariupol, Leópolis y otras tantas nos suenan, desgraciadamente, familiares.
¡Y quién –me pregunto– había oído hablar de Zelensky, Volodimir Zelensky, el hoy quizás más conocido líder global que entra en los parlamentos de todo el mundo como Pedro por su casa para echar broncas a sus teóricos o posibles aliados en su guerra contra los invasores rusos! Un actor de comedias que llegó a presidente de su país y que ha tenido que cambiar su papel por el de protagonista, o más bien víctima, de una auténtica tragedia.
Mucho se ha hablado y se sigue hablando de él. Por sus orígenes, no parecía quizás el más indicado para gestionar una situación como la que le ha tocado… iba a decir que en suerte, pero más bien habría que decir en desgracia. Casi nadie, supongo, le gustaría estar en su piel, bajo la tremenda responsabilidad de sacar adelante una guerra no querida a la que le ha retado una gran potencia como la Rusia de Putin. En todo caso, sus habilidades o dotes de actor las está sabiendo explotar de forma muy hábil. Porque una guerra se gana, sobre todo, en los frentes, pero en todas las guerras existe también el frente de la propaganda, de la diplomacia pública, la batalla de la opinión pública. Y a día de hoy, el pequeño Zelensky-David gana por goleada al gigante Putin-Goliat en este otro frente.
En este mundo crecientemente interconectado, la batalla de la imagen, la de las percepciones que generan las partes enfrentadas en los ciudadanos (y ahora estamos hablando de una audiencia prácticamente global), es sumamente relevante. Tiene detrás Zelensky, por supuesto, un equipo que administra y selecciona sus apariciones y sus palabras. Sabe cómo tocar la fibra de las distintas audiencias o líderes internacionales, ahora que vivimos en una época donde las emociones cobran mayor importancia incuso que las razones a la hora de convencer. No hay duda de que ha nacido un líder global donde casi nadie lo esperaba. Seguramente él tampoco hubiese deseado serlo, pero le ha tocado y ahora mismo parece el rey Midas que convierte en oro todo lo que toca.