Más problemas para Repsol en México: aprobada la Ley de Hidrocarburos para fortalecer a Pemex
15 abril, 2021
ARA LA OPOSICIÓN Y ASOCIACIONES EMPRESARIALES CON ESTA LEY SE CORRE EL RIESGO DE LA EXPROPIACIÓN DE LAS INSTALACIONES DE OTRAS EMPRESAS BAJO PRETEXTOS POCO CLAROS Y AMBIGUOS
La Cámara de Diputados de México aprobó este jueves la polémica Ley de Hidrocarburos, que busca fortalecer a la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) en contra de otras petroleras internacionales presentes en el país, como es el caso de la española Repsol. Para la oposición y asociaciones empresariales con esta ley se corre el riesgo de la expropiación de las instalaciones de otras empresas bajo pretextos poco claros y ambiguos.
«Con 271 votos a favor, 134 en contra y 8 abstenciones, el pleno aprobó, en lo general y particular, el dictamen que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley de Hidrocarburos», indicó la Cámara Baja en un boletín.
El documento, remitido al Senado para ratificación, deriva de una iniciativa que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, envió a la Cámara de Diputados el pasado 26 de marzo.
Con lo aprobado por los diputados -en una sesión que terminó a las 2.00 hora local (7.00 GMT) tras 12 horas de debate- se actualiza y regula el almacenamiento mínimo de petrolíferos.
«También, robustece el marco jurídico en materia de contrabando de combustibles, y suspensión de permisos por peligro inminente para la seguridad nacional, la seguridad energética o para la economía nacional», indicó el comunicado.
Además, se incluye como causal de revocación de permisos emitidos por la Secretaría de Energía o la Comisión Reguladora de Energía, el contrabando de hidrocarburos, petrolíferos y petroquímicos, y que haya sido así determinado por resolución firme de autoridad competente.
Incorpora la posibilidad de que las autoridades puedan llevar a cabo la suspensión de los permisos que emitieron, «a fin de garantizar los intereses de la nación y dejar a salvo los derechos de terceros».
Fuertes críticas
La iniciativa tiene como eje central devolver a la estatal Pemex -severamente endeudada- un mayor control de precios y llevar a cabo cambios en la transportación, distribución, comercialización, venta y almacenamiento de combustibles.
La reforma abarca los sectores de hidrocarburos, petrolíferos y petroquímicos, y busca «rescatar» a Pemex y tumbar la reforma estructural impulsada por el expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) en 2014.
De la misma manera que la Ley de la Industria Eléctrica, hoy suspendida judicialmente, esta normativa ha recibido críticas de la oposición, del sector empresarial y de analistas que consideran que es inconstitucional y abre la puerta a la expropiación.
«Esta propuesta de reforma busca desplazar al sector privado que participa en dichas actividades al correr el riesgo de la expropiación de sus instalaciones bajo criterios poco transparentes como el de seguridad nacional, seguridad energética y afectaciones a la economía nacional», denunció en días pasado el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Mientras que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), un organismo autónomo de México, advirtió este miércoles que dicha ley podía afectar la competencia al no dar suficiente «certidumbre» a las empresas públicas y privadas.
Presencia de Repsol en México
En este sentido, la española Repsol es una de la petroleras extranjeras con mayor peso en país azteca. Cuenta derechos mineros sobre 6 bloques de exploración en el offshore del golfo de México, con una superficie neta de 4.842 Km2. 5 de estos bloques (Bloques 10, 14, 29, 5 y 12), fueron adjudicados a Repsol en 2018, siendo el operador en todos ellos. Además tiene 250 estaciones de servicio en más de 18 Estados de la República.
Asimismo, tiene una planta de producción de caucho sintético en Altamira, con una capacidad instalada del 100%. Desde 1999 participa en Dynasol, alianza en la que colaba junto con el grupo mexicano KUO, negocio dedicado a la fabricación del caucho en solución.
También produce lubricantes en México a través de ña participación del 40% en Bardahl, compañía mexicana de lubricantes y fluidos automotrices en una planta de la que la petrolera española presume que es la más moderna de Latinoamérica.