AMNISTÍA, PROGRESISMO Y RETROCESO

opinión, Por Decir Algo

17 octubre 2023,

Anda revuelto el patio nacional, o plurinacional según algunos, con la amnistía va, amnistía viene, yo te doy esto, tú me das tus votos y demás cantinelas previas a la investidura del perdedor Sánchez. Porque, sí, hay que recordar que no ganó las elecciones, aunque en un sistema parlamentario ese no es un dato definitivo ni decisorio.

Esta supuesta amnistía irrumpió como tema estrella la misma noche electoral del 23 de julio pasado, en cuanto la aritmética dictaminó que era imprescindible el voto favorable de Junts per Catalunya para una hipotética investidura del líder socialista Pedro Sánchez. Este, en su remontada final de campaña, logró salvar los muebles (pintaban bastos tras la debacle primaveral en las municipales y autonómicas) pero no tanto como para dejar de depender de una amplia panoplia de partidos independentistas y nacionalistas: los mismos que le auparon en mayo de 2018 a la presidencia del gobierno, moción de censura a Rajoy mediante. O sea, que la novedad tampoco es tan novedad que digamos pues entraba en el guion de lo previsible.

Irrumpió como tema estrella y ahí sigue prácticamente como aparente condición sine qua non para la investidura. Que se sepa, el Partido Socialista Obrero Español no lo llevaba en su programa electoral, y el tema tiene la suficiente entidad como para que los ciudadanos votantes hubieran sido advertidos de lo que conllevaba votar al PSOE. Quieren vendérnoslo como una apuesta progresista en pro de la convivencia y de la diversidad. No sé yo qué tiene de progresista considerar al Estado de derecho consagrado desde la Constitución de 1978 como culpable de haber cumplido con su obligación de defenderse de un intento secesionista contrario a la ley. Más que un progreso, parece más bien un retroceso porque significa seguir alentando a que se produzcan más intentos semejantes.

La convivencia y la diversidad es lo que precisamente han tratado y siguen tratando de quebrar los nacionalismos extremos y las formaciones independentistas, para quienes los que no piensan como ellos no son auténticos catalanes o auténticos vascos. Sigo sin ver aquí lo que hay de progresista en ceder y ceder a las pretensiones de quienes, siendo minorías en el Congreso de los Diputados, acaban imponiendo sus condiciones. Y esto viene de lejos, ya desde los tiempos de González y de Aznar, pero es ahora cuando se están cruzando líneas rojas antes impensables.

¡Cómo estará el patio que hasta portavoces socialistas declaran que los manifestantes constitucionalistas de un reciente domingo en Barcelona son antisistema! El mundo al revés… Es la amnistía la que atenta gravemente contra el sistema que nos hemos dado los españoles. No nos engañemos: si viene, vendrá… a cambio de siete votos, motivo más prosaico y poco heroico. Lo dice el refrán: aunque la mona se vista de seda, mona se queda.